Querido hijo, escucha nuestras enseñanzas y déjate llevar con confianza por nuestras influencias. El Señor habla a los Suyos con paciencia incansable, y para su bendición le hace mirar las leyes dadas por Dios, a las que todo lo que se hace y se crea en el más allá … en todo el universo … está sujeto. La vida terrenal con sus luchas está reservada para aquellos que, al cuidado del Padre celestial, quieren promover su alma y ha pedido al Señor la gracia de la encarnación con el fin de la perfección.

En esta etapa es posible que el alma alcance un mayor grado de perfección, pero a menudo en la vida terrenal el alma se aparta de su verdadero destino y permanece en un cierto punto muerto o en el deslumbramiento del pensamiento se vuelve hacia los poderes de las tinieblas … El alma entra en un estado en el que, sin darse cuenta de su destino real, se supone que debe confesarse al padre por su propia voluntad … pero en esta etapa de encarnación el alma es cuidada por tantos seres espirituales que se preocupan por ella, y que quieren influir en el pensamiento del niño terrenal y llevarlo al Padre celestial en la eternidad …

Y bastantes pensamientos que son transmitidos al ser humano por estos seres espirituales contienen la referencia a la Divinidad eterna, y si el ser humano fuera plenamente consciente de la gran responsabilidad de las consecuencias de su vida en la tierra, perseguiría su objetivo con más perseverancia … Pero entonces, ¿se cumpliría verdaderamente el propósito de la vida? … El hombre debe tener fe … volverse al Salvador con plena confianza … absorber todo lo divino en sí mismo, siempre con fe en el Señor … esa es su tarea, para cumplir esa se le fue concedida la vida terrenal …

Si miráis la innumerable cantidad de niños de la tierra que van por la vida completamente inútiles … comprenderéis cuánto nos oprime la suerte de estos, ya que al reconocer la verdad divina tenemos que ver cuánta gracia les fue concedida y con qué descuido la ignoran en ignorancia de su propósito en la vida … y esa es nuestra pena … porque queremos obrar en amor por los demás y ser rechazados es una tristeza indecible para nosotros, que somos los encargados de estas almas. Todos son advertidos por señales … todos escuchan la voz del Señor, pero si permiten que tenga un efecto sobre ellos depende enteramente de su voluntad …

Y la misericordia del Señor siempre encuentra formas y medios de hacer que las personas sean conscientes de Su voluntad y Su amor … Sin embargo. Las personas en su ignorancia se valoran tanto a sí mismas que creen poder pasar por la vida con la misma seguridad, sin la bendición de la mano del Padre … Con su actitud crean un obstáculo para sí mismas, tan incomprensiblemente grande que les cuesta superar este obstáculo y por su ceguera no utilizan los medios divinos de gracia que harían su vida en la tierra mucho más fácil y más bendecida.

Pero la misericordia y el amor del Padre divino son infinitos … Su sabiduría y bondad son grandes porque sigue penetrando en los corazones de los hombres a través de nuevas pruebas de Su obra … Hace milagros para enseñar a Sus hijos … Él continuamente derrama Su gracia sobre los hijos de la tierra vueltos a Él y a través de ellos busca recuperar a aquellos que se han perdido en la ignorancia de las falsas enseñanzas. Porque el salvador bendice a los que trabajan para Él, y bendito también será el comienzo de todo aquel que lucha por el Señor … Él deja que surjan ayudantes para ellos, y si el trabajo mutuo se hace con amor, de esta obra también crece la bendición de que toda buena obra da fruto a su tiempo …

Tal cosa es agradable al Señor, lo que el hijo terrenal crea en la tierra para la vida eterna … tiene un efecto tanto en la tierra como en el más allá, porque no es el cuerpo lo que debe cuidarse en la tierra, sino el espíritu … el alma humana que ha salido de Dios y sólo camina por la vida terrenal para acercarse al Señor.

En un momento como este, luchar por el avance espiritual es doblemente necesario … ningún ser se queda parado, es mucho mayor el peligro de que se hunda, si no se esfuerza por sí mismo para encontrar el camino hacia arriba … Y para poder detener a las fuerzas hostiles y para guiar a las almas por el camino del reconocimiento, debéis emplearos vosotros mismos, Sus siervos, con todas vuestras fuerzas … porque el Señor está en medio de vosotros, que en el amor por el Señor, cumplís con vuestra tarea y servidle fielmente …

Amén